Doña Juliana se gana la vida vendiendo sus helados de batata y leche en una neverita, su coro dinámico y popular hace reconocer a todos que por ahí está pasando la Heladera, ese coro que dice “Lo llevo duro, lo llevo duro, lo llevo duro y ven pá que me lo ablande” es sinónimo de Juliana. La heladera siempre refleja una sonrisa a la hora de su venta, ha vivido de este negocio por más de veinte años; los tradicionales heladitos en funda nunca se han dejado de vender, porque según cuenta, estos tienen un sabor único, son más sabrosos que los de colmado, porque ella les da un toque particular con la batata y la leche, nunca se le han quedado helados, siempre sale a vender más de treinta y a solo cinco pesos , dice que la gente mejor quiere hasta mandar a preparar porque dan la “seguidilla”.
“Estos helados no tienen edad, to el mundo lo compra, son buenísimos y hasta yo misma me pongo a ablandarlos cuando hace mucho calor” dice Juliana.